Tomates secos en casa

Pasos de la receta

Tomates, preferiblemente maduros pero aún firmes, los cortamos por la mitad y los colocamos en una bandeja con papel de hornear, con el lado cortado hacia arriba. Si tenemos un horno con sistema de aire caliente, los secamos a 105 °C, o podemos usar el modo de calor por arriba y abajo y secarlos a 120 °C.

Aproximadamente cada treinta minutos, revisamos si los tomates se están quemando o si están demasiado secos. A veces, de los tomates sale mucho jugo, que se carameliza, y es necesario cambiar el papel de hornear para que los tomates no se peguen.

Secar tomates más grandes y maduros toma aproximadamente 4 horas con el programa de aire caliente, mientras que con el calor por arriba y abajo, el tiempo se extenderá a aproximadamente 7-8 horas. Este tiempo es solo orientativo y puede variar según el tamaño y la madurez de los tomates. Los tomates están correctamente secos cuando están secos, pero aún suaves y no resbaladizos por dentro. Los bordes deben estar bien doblados hacia adentro, pero no deben estar quemados. Luego, sacamos estos tomates del horno sin dificultad.

Cuando todos los tomates estén secos, preparamos tarros limpios y secos para su almacenamiento.

En una olla, vertemos aceite en una proporción uniforme de 1:1 y añadimos ajo pelado cortado en rodajas finas junto con las hierbas. Calentamos lentamente hasta que el aceite se calienta, pero no debe comenzar a hervir. Este proceso dura aproximadamente 5 minutos, luego retiramos la olla del fuego.

Dejamos reposar el aceite durante unos cinco minutos, luego lo vertemos sobre los tomates, que vamos colocando gradualmente en los tarros preparados. Secamos bien los tarros y los cerramos con tapas limpias.

Antes de comer, dejamos reposar los tomates durante al menos siete días. Los almacenamos en un lugar fresco y oscuro.