Judas con chicharrones

Los dulces de Pascua son un tipo de repostería habitual durante la Semana Santa. Si a alguien no le gusta lo demasiado dulce, puede hacer con nosotros una versión salada…
Ingredientes, es decir, lo que necesitas
350 ml de leche entera
30 g de levadura fresca
50 g de manteca
250 g de tocino
500 g de harina de fuerza
100 g de harina de trigo
1-2 cucharaditas de sal (la sal depende de la salinidad del tocino)
1 cucharadita de pimienta negra recién molida
50 g de ajo silvestre picado (si no consigues ajo silvestre, usa 25 g de perejil picado)
2 yemas de huevo
60 g de patatas cocidas finamente ralladas
Para terminar
1 huevo batido para glasear
3 cucharaditas de sal de hierbas gruesa para espolvorear
Pasos de la receta
Calienta la leche hasta que tenga una temperatura tibia, luego desmenuza la levadura en ella y mezcla.
Deja que la manteca se ablande a temperatura ambiente o fúndela y luego déjala enfriar. Pica el tocino finamente y el ajo silvestre groseramente.
En un tazón, une todos los ingredientes, añade la masa fermentada y trabaja la masa hasta que no se pegue. Si la masa está pegajosa, añade un poco de harina adicional.
Forma una bola redonda con la masa y cúbrela con un paño. Déjala leudar durante 45 a 60 minutos, hasta que el volumen de la masa haya aumentado al doble.
Divide la masa en piezas de 70 g y de cada una forma un cilindro de 30 cm de largo.
Dales forma de judas, colócalos en una bandeja forrada con papel para hornear, cúbrelos con un paño y déjalos leudar durante 20-30 minutos.
Antes de hornearlos, pinta los judas con huevo batido y espolvoréalos con una pequeña cantidad de sal de hierbas.
Hornea durante 20 a 30 minutos a 200 °C, hasta que estén dorados. Ajusta el tiempo de horneado según tu horno.
Información adicional sobre la receta Judas con chicharrones
Los jidáš se chicharrones son un plato tradicional de la cocina checa, especialmente popular en la Semana Santa. Esta deliciosa combinación de dulce y salado une la suave masa de levadura con los crujientes chicharrones, que aportan un sabor delicioso. Los jidáš a menudo se sirven calientes, espolvoreados con azúcar o se presentan con pan fresco como un bocadillo sabroso. La preparación de los jidáš está vinculada a tradiciones familiares y a menudo se transmite de generación en generación. Este plato no solo es excelente, sino que también representa simbólicamente el período festivo y el bienestar familiar.