Pastel de manzana suave con crema de vainilla

Todos los ingredientes para la crema los mezclamos y añadimos una manzana picada en trozos pequeños (sin las semillas, dejando la cáscara). Extendemos la masa de hojaldre bien fina y…
Ingredientes, es decir, lo que necesitas
masa de hojaldre
4 manzanas grandes (firmes y maduras)
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de azúcar moreno
Para la crema
200 ml de crema agria
2 huevos
2 cucharadas de jarabe de arce (opcional)
1 cucharada de azúcar moreno
1 cucharada de esencia de vainilla
Pasos de la receta
Todas las ingredientes para la crema se mezclan y se añade una manzana finamente picada (se retira el corazón, se deja la cáscara).
Extendemos la masa delgada y la transferimos a un molde para tarta de 21 cm de diámetro. Pinchamos la superficie varias veces con un tenedor. Alineamos los bordes y, si lo deseamos, podemos decorarlos. Yo hice pequeños rombos con cortadores de galletas que pinté con huevo y coloqué uniformemente alrededor de la tarta.
Vertemos la crema de vainilla preparada sobre la masa.
Con manzanas lavadas y secas, utilizamos un pelador de frutas o de patatas para hacer tiras de cualquier longitud. Enrollamos estas tiras en forma de rosa y cubrimos toda la superficie de la tarta. También podemos enrollar varias tiras a la vez según nuestra fantasía. No pelamos las manzanas, ya que la cáscara añade color a la tarta.
Por último, espolvoreamos con cuidado la tarta con canela y azúcar y horneamos a 180 grados (con calentamiento de arriba y abajo) durante unos 40 a 50 minutos.
Información adicional sobre la receta Pastel de manzana suave con crema de vainilla
El suave pastel de manzana con crema de vainilla es un delicioso postre que complace a cualquier amante de lo dulce. La masa quebrada está rellena de jugosas manzanas que aportan frescura y frescor al pastel. La crema de vainilla, suave y cremosa, complementa perfectamente el sabor de las manzanas, creando así una armonía perfecta. Este pastel es ideal para acompañar con café o té, ya sea en celebraciones familiares o como un dulce placer después de un día agotador. Cada bocado es un bienvenido deleite para el paladar.