Sopa de tripas picante

En cada familia hay un gourmet que le gusta la sopa de tripas. Cocinar lleva más tiempo, pero el resultado vale la pena.
Ingredientes, es decir, lo que necesitas
1,5 l caldo de carne
600 g tripa de res
70 g manteca de cerdo
2 cucharadas orégano seco
perejil verde fresco
sal
1 cucharadita pimienta negra molida
1 cucharada pimentón dulce
un poco de pimentón picante o chile en polvo
1/2 cucharadita comino molido
2 cebollas de cocina
5 dientes ajo de calidad
Pasos de la receta
Podemos comprar ya las tripas de res precocidas, congeladas o podemos cocinarlas nosotros mismos. Las precocinadas se enjuagan, se salan y se pueden hervir directamente. Sin embargo, hoy vamos a cocinar nosotros mismos.
Antes de empezar a cocinar, es necesario limpiar y lavar bien las tripas. Cuanto más, mejor. 3 veces o más no está de más.
Preparamos una tabla, un cuchillo afilado y cortamos en tiras más grandes. Las echamos en una olla y cocemos. El tiempo de la primera cocción es de aproximadamente 15 minutos. Luego escurrimos, añadimos más agua y nuevamente llevamos a ebullición durante otros 15 minutos. Y por tercera vez hacemos lo mismo. En esta tercera cocción es necesario añadir sal al agua y cocinar y cocinar. Alrededor de 3 horas. Es recomendable ventilar durante este tiempo.
A continuación, en otra olla, preparamos un roux de cebolla, manteca y harina. Sazonamos con pimentón dulce y picante. Vertemos el caldo de res preparado, que cocinamos durante media hora más con el roux y luego añadimos comino, orégano, sal y pimienta negra molida. Agregamos los dientes de ajo picados y añadimos las tiras de tripas. Mezclamos todo y dejamos hervir. Servimos con baguette, pan de molde, croissants o panecillos. Y no olviden decorar la sopa con perejil. ¡Buen provecho!
Información adicional sobre la receta Sopa de tripas picante
La sopa de tripas picante es un plato tradicional checo que se caracteriza por su sabor intenso y su contundencia. Este plato se prepara con tripas picadas, que son vísceras de ganado bovino, cocidas en un rico caldo. La sopa está sazonada con pimentón, pimienta y orégano, lo que le da un aroma característico y un sabor picante. Es especialmente popular en los meses más fríos, cuando calienta y da energía. Se suele servir con pan crujiente o knedlíky de pan, lo que le aporta aún más valor nutritivo. En las mesas checas tiene un lugar fijo como un plato abundante y sabroso.