Pavo asado con relleno

Pavo asado, relleno con una mezcla de vísceras, tocino y almendras, es ideal para celebraciones. En la superficie tiene una corteza dorada y por dentro es tierno y jugoso.
Ingredientes, es decir, lo que necesitas
1 pavo
4 bollos
200 ml de leche
150 g de tocino
1 cucharadita de perejil seco (o fresco)
2-3 cucharadas de almendras (picadas)
1/2 manzana (cortada en cubitos)
2 huevos
sal
pimienta molida
vísceras
1 cebolla pequeña
Para untar el pavo
2 cucharadas de aceite
comino molido
sal
pimienta dulce
Pasos de la receta
Trituramos las vísceras. Desmenuzamos el pan en trozos pequeños. Picamos el tocino finamente. Cortamos la manzana en dados pequeños.
Colocamos el pan en un bol y lo cubrimos con leche.
Cuando el pan se haya empapado con la leche, añadimos las vísceras, las almendras, el tocino picado, la manzana, el perejil, la sal, la pimienta molida y los huevos, y mezclamos todo bien.
Salamos el pavo y llenamos su cavidad con el relleno.
Lo cosimos con hilo o lo sujetamos con un aguja para carne. Pelamos la cebolla y la picamos.
Mezclamos el aceite con el comino molido, la sal y el pimentón dulce.
En el fondo de la bandeja de horno, colocamos el tocino y la cebolla, luego colocamos el pavo relleno, al que untamos con la mezcla de aceite y especias.
Cubrir con una tapa y poner en el horno. Hornear a una temperatura de 200-250 °C. El tiempo de cocción depende del tamaño del pavo.
Luego retiramos la tapa y horneamos 20 minutos más para que el pavo adquiera un bonito color.
Como guarnición, podemos optar por un dumpling de patata con chu sauerkraut, o patatas cocidas con ensalada de col.
Información adicional sobre la receta Pavo asado con relleno
El pavo asado con relleno es un plato tradicional que a menudo se prepara en ocasiones festivas, como la Nochebuena o celebraciones familiares. La piel crujiente del pavo oculta carne jugosa que se complementa a la perfección con el rico relleno de pan, hierbas, verduras y a veces nueces o fruta seca. Este platillo no solo es sabroso, sino que también simboliza la convivencia familiar y los momentos compartidos en la mesa. Se sirve habitualmente con ensalada de patatas o patatas asadas y salsa, lo que le añade un toque especial a toda la comida.