Bollos frescos

En un bol, preparamos un fermento con un poco de harina, agua, azúcar y levadura, y dejamos que fermente. Luego mezclamos con el resto de la harina, azúcar, sal, mayonesa y leche. Lo dejamos a un lado en un lugar cálido y, si es posible, húmedo, durante aproximadamente 30 minutos para que suba.
Ingredientes, es decir, lo que necesitas
para untar 1 ud huevo
al gusto 2 cucharadas comino
masa 1/2 cubo levadura
250 ml leche
500 g harina de trigo
100 g mayonesa
1 cucharadita azúcar glas
1 cucharadita sal
Pasos de la receta
De la masa levada, retiramos porciones de masa, que serán unas 15. De cada una extendemos un disco, cortamos un triángulo que luego enrollamos en forma de croissant. Preparamos una bandeja con papel para hornear y colocamos los croissants sobre él. Dejamos levar un poco más, luego los pincelamos con agua o huevo batido. Espolvoreamos con sal gruesa, comino o semillas de amapola.
Los colocamos en el horno precalentado a 200°C y horneamos durante aproximadamente 15 minutos.
Información adicional sobre la receta Bollos frescos
Los bollos frescos son una parte esencial de cada desayuno checo. Su estructura suave y esponjosa junto con la corteza crujiente hacen que los bollos sean un manjar querido. Se pueden servir con mantequilla, queso o jamón, pero también son deliciosos solos. El aroma de los bollos recién horneados se extiende por las panaderías y atrae no solo a los habitantes locales, sino también a los transeúntes. Son un símbolo de la comodidad hogareña y la tradición de la repostería checa. No hay nada mejor que un bollo caliente que se disfruta con una taza de café o té.