Crepes checos como los de la abuela

Receta de crepes puede tener muchas formas. En Francia, las crepes se llaman crêpes o galettes y en América encontrarás sus famosas pancakes. Esta receta de crepes se llama crepes checas como las de la abuela, así que es evidente que se trata de una receta de crepes completamente casera. Es un cariño para los nostálgicos. Pero es muy bueno, por cierto. Al recetario básico puedes añadir uno o dos huevos más. Pero ten cuidado con la consistencia, las demás ingredientes tendrás que ajustarlas en consecuencia. También en la receta de crepes, prueba dejar la masa para crepes en la nevera durante aproximadamente una hora. Las crepes serán aún mejores. Luego solo calienta un poco de aceite en la sartén y siempre vierte suficiente masa para que la crepe no quede demasiado gruesa y por ende poco cocida, o demasiado fina y así se rompa. Así que manos a la obra y ¡buen provecho!
Ingredientes, es decir, lo que necesitas
250 ml leche semidesnatada
4 huevos
pizca de sal
140 g harina de trigo
azúcar vainillado o canela
Pasos de la receta
Mezcle todos los ingredientes secos juntos.
Luego añada los huevos y vierta la leche muy lentamente y con suavidad. Al principio la masa será más espesa, pero al final se convertirá en una hermosa masa líquida.
Caliente un poco de aceite en una sartén antiadherente a fuego medio y ¡a freír! El primero es de prueba, luego ya estimará la cantidad de masa y las tortillas quedarán como las de la abuela.
Decore y sirva. En este punto, la imaginación no tiene límites.
Información adicional sobre la receta Crepes checos como los de la abuela
Los crepes checos como los de la abuela son conocidos por su delicada estructura y su delicioso sabor. Son finos, ligeros y perfectamente suaves. La masa se prepara con harina, leche, huevos y una pizca de sal. Son ideales con un relleno de mermelada casera, requesón o fruta fresca. También es clásica la opción de espolvorearlos con azúcar glas y canela. Los crepes a menudo se sirven como un toque dulce después del almuerzo del domingo o como un postre independiente. Ya sea con cualquier cosa, siempre huelen y saben igual que cuando los preparaba la abuela, lo que los convierte en un plato nostálgico.