Mermelada de Linz

Tamizaremos la harina suave y el azúcar. Luego añadimos la mantequilla cortada, la yema y el huevo, y amasamos la masa, que envolveremos en film transparente.
Ingredientes, es decir, lo que necesitas
Galletas Linzer
300 g de harina
150 g de mantequilla
100 g de azúcar glas
1 yema de huevo
1 huevo
Relleno de bizcocho
restos de bizcochos
Crema
2 pudines de vainilla
1/2 l de leche
120 g de mantequilla
100 g de azúcar glas
1 azúcar de vainilla
Además
marmelada
ron
chocolate para decorar
decoración de repostería
(Relleno de bizcocho - Los recortes de bizcochos - o un bizcocho horneado se desmenuzan en un bol. Se añade un poco de crema, mermelada, se aromatiza con ron. Si la mezcla está demasiado seca, se añade un poco de jugo de compota o jarabe de fruta más espeso. Debe formarse una masa que no esté ni demasiado seca ni húmeda, para que se despegue del bol y se pueda moldear, por ejemplo, en forma de bola. Extendemos la mezcla de bizcocho en una capa más gruesa y cortamos círculos. Pegamos entre dos círculos de galleta linzer con una gota de chocolate.)
Pasos de la receta
Tamizaremos la harina y el azúcar glas. Luego, mezclaremos la mantequilla cortada, el yema de huevo, el huevo entero y trabajaremos la masa. La envolveremos en papel film y la dejaremos reposar durante al menos una hora.
Cubrirémos la bandeja con papel de hornear y no olvidaremos encender el horno a 180 °C a tiempo para que se calienta.
Extendemos la masa a un grosor de 3 mm y, con un cortador, formamos círculos que luego colocamos en la bandeja preparada.
Ponemos la bandeja en el horno y horneamos a 180 °C durante unos 10 minutos.
Unimos las piezas horneadas con masa de ponche y decoramos según nuestra creatividad.
Información adicional sobre la receta Mermelada de Linz
Las galletas de Linz son un dulce tradicional checo, que se elabora a partir de una masa sencilla de mantequilla, harina, azúcar y yemas de huevo. Estas deliciosas galletas suelen rellenarse con mermelada o nutella y decorarse con azúcar en polvo. Son típicas por su masa de color amarillo claro y por los rellenos coloridos, que crean un contraste y una apariencia atractiva. Las galletas de Linz se hornean tradicionalmente en Navidad, pero son populares durante todo el año. Su preparación requiere destreza y paciencia, lo que las convierte en un dulce excepcional y querido en la cocina checa.